En la pequeña localidad de Pedreña (Santander), en el norte de España, se dio hoy el último adiós a Severiano Ballesteros, la leyenda española del golf mundial, fallecido el pasado sábado de un cáncer. Aunque el golfista español, de 54 años, quería un entierro íntimo no pudo ser, pues además de 300 personas que apenas cabían en la iglesia parroquial de San Pedro, de Pedreña, una multitud de personas inundó la localidad para despedir a Ballesteros.
Desde su muerte, la pequeña población de Pedreña, en donde nació Severiano el 9 de abril de 1957, se vio desbordada por la presencia de miles de personas. El funeral fue transmitido en directo por la televisión local y extranjera.Banderas a media asta y crespones negros en los balcones adornaban el pueblo de apenas 1.500 habitantes y desde tres pantallas gigantes situadas fuera de la iglesia siguieron el emotivo funeral del que durante 61 semanas fue número uno del mundo en un deporte que en España apenas se practicaba.

Diez minutos antes de las 13:00, hora local (1100 GMT), una comitiva de familiares y amigos del golfista español salió con las cenizas de su casa, precedida por un gaitero escocés en recuerdo de la relación tan especial que Ballesteros tenía con el Reino Unido, donde lo contemplan como un gran ídolo.

En la iglesia de San Pedro de esa pequeña localidad santanderina, llena completamente, estuvieron cinco capitanes de la Copa Ryder -Nick Faldo, Bernard Gallacher, Sam Torrance, Colin Montgomery y José María Olazabal-.

También asistió el número uno del golf mundial, el inglés Lee Westwood, así como el golfista español Miguel Angel Jiménez, el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, el ex futbolista Emilio Butragueño y ex ciclista Miguel Indurain, ganador de cinco Tours.
Además llegaron numerosas coronas de flores, entre ellas de la Casa Real española.

"Es un día triste para el deporte español", dijo el secretario de Estado para el Deporte, Albert Soler, máximo responsable gubernamental del deporte español y presente en el funeral.

"Para nosotros no es un día de despedida, sabemos que siempre estarás a nuestro lado", dijo su hijo Miguel, en el acto religioso.

"Papá, como ves, Javier, Carmen y yo (todos los hijos) estamos fuertes, como nos pediste. Estamos muy orgullosos de todo lo que has hecho por nosotros y nunca te olvidaremos. Haremos lo que siempre nos pediste: ser buenas personas y cuidarnos los unos de los otros", subrayó en la ceremonia religiosa.

El golfista deseaba un funeral íntimo. Pero no pudo ser. Era mucha la gente que quería y admiraba a Ballesteros. A lo largo de su carrera profesional, Severiano Ballestero conquistó cinco "Majors" y un total de 50 torneos en el circuito europeo.

Ahora, la leyenda del golf, sus cenizas, se quedan para siempre en el jardín de su casa de Pedreña, a la sombra de un magnolio como los del Augusta National, en el que logró dos chaquetas verdes.
Por último, cuando se inició hoy el funeral, los 422 clubes de golf de España guardaron un minuto de silencio en recuerdo del que fue el primer jugador de la Europa continental en incorporarse al equipo de la Copa Ryder.
Desde su muerte el sábado, dos años y medio después de haber sido operado de dos tumores cerebrales, no han cesado los homenajes al golfista en todo el mundo.

Este gran deportista tuvo una despedida como merecía, tras su lucha contra el cáncer, que día a día mantienen muchas personas, ya que todos sabemos que es una dura enfermedad, algunas personas logran curarse,y otras por desgracia no,y mueren, como el deportista Severiano Ballesteros.
Ojalá dentro de unos años se consiga acabar con esta enfermedad, y no muera gente por ello.