miércoles, 8 de junio de 2011

FÚTBOL

En una época en la que los entrenadores acaparan ya casi el mismo espacio en prensa que los jugadores, emerge una figura como Vicente del Bosque, una "antiestrella" de los banquillos, que ya es historia viva de la selección española.Del Bosque quedó el martes como el seleccionador español con más triunfos de la historia. Con 39 éxitos en los 44 partidos, superó a su antecesor, Luis Aragonés, que había dejado la mejor marca en la final de la Eurocopa 2008 en 38 triunfos en los 54 choques que dirigió.
A sus 60 años, Del Bosque vive la que probablemente será su última aventura como entrenador, aunque nadie sabe por cuántos años más prolongará el viaje al frente de la selección.
La oportunidad de dirigir al combinado rojo le llegó hace tres años, después de una carrera singular, seguramente por su carácter discreto. Nunca le gustó ser protagonista y quizá por eso no tuvo demasiadas ofertas para dirigir equipos.
Del Bosque salió del Real Madrid en 2003, pocas horas después de ganar con el equipo blanco la Liga española. Atrás quedaban también dos Ligas de Campeones (2000 y 2002), últimos trofeos continentales ganados por el equipo blanco hasta la fecha.
Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid entonces y ahora, decidió que la figura de Del Bosque no se ajustaba a los tiempos modernos, tan mediáticos, y prescindió de él en una decisión que todavía genera críticas al mandatario.
Luego Del Bosque apenas dirigió durante unos meses en 2004 al Besiktas turco, sin ningún éxito.
Hasta que en 2008 la selección se acordó de él por mediación de Fernando Hierro, director deportivo de la Federación Española y antiguo jugador de Del Bosque en el Real Madrid.
El reto del entrenador no era pequeño: tomaba las riendas de un equipo que acababa de quedar campeón de la Eurocopa después de desplegar un gran fútbol.
Pero Del Bosque no sólo consiguió hacer olvidar a Aragonés, sino que amplió los logros. En pocos días, pacificó notablemente la relación de la selección con su entorno, principalmente con la prensa, un aspecto que Aragonés había olvidado.
Luego, Del Bosque ofreció suficientes variantes tácticas para permitir que la selección se sobrepusiera a momentos muy difíciles en el último Mundial, que acabaría ganando.
Ahora la vida de Del Bosque es casi placentera. Recientemente recibió el título nobiliario de marqués, extraña es la semana en la que no recoge un premio y tiene el reconocimiento de todos los estamentos del fútbol, desde colegas de profesión hasta jugadores y prensa.

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